

A veces te preguntas si en realidad es una maldición ser tan fuerte como eres. Otros observan lo bien que aguantas la tensión, cuánto sufrimiento y estrés eres capaz de absorber, e imaginan que esto para ti es natural. Pero sabes que no importa lo tenaz que seas, no puedes seguir recibiendo golpes para siempre, no deberías tener que hacerlo. Mereces cariño, cuidado y protección, al igual que todos los demás, y mientras te mueves por el mundo esta semana, piensa en qué y quién podría ofrecértelos.