

Hay momentos en los que la incertidumbre y la inestabilidad del mundo nos hacen dudar de nuestras aspiraciones personales. Es fácil sentir que nuestros sueños de éxito, felicidad y amor son frívolos en un mundo en crisis. Podemos pensar que es mejor posponerlos hasta que las cosas se calmen, hasta que vuelva la normalidad. Pero lo cierto es que nuestra humanidad no puede reprimirse, no podemos negar nuestra necesidad de conexión, realización y crecimiento personal. Es cierto que vivimos tiempos extraordinarios, pero también vivimos nuestra propia vida. No podemos descuidar nuestros deseos y necesidades emocionales, ya que son parte integrante de lo que somos como seres humanos. En lugar de negarlos, es importante reconocerlos y trabajar para conseguirlos en la medida de lo posible. No esperes a que todo esté en su sitio para buscar la felicidad, haz lo que puedas para encontrarla ahora mismo.